Detectan la mayor emisión de ondas gravitacionales captada hasta ahora
La señal, de menos de una décima de segundo, fue producto de la fusión de dos agujeros negros.
Por: EUROPA PRESS
Astrofísicos detectaron la emisión de ondas gravitacionales más masiva de la que se tienen registros, y creen que su origen pudo ser la fusión de dos agujeros negros.
El producto de la fusión es la primera detección clara de un agujero negro de “masa intermedia”, con una masa entre 100 y 1.000 veces la del sol.
La señal, que han etiquetado como GW190521, fue detectada, el 21 de mayo de 2019, con el Observatorio de ondas Gravitatorias por Interferometría Láser (LIGO) de la National Science Foundation, (Estados Unidos); y Virgo, un detector de 3 kilómetros de longitud en Italia.
La señal, que se asemeja a unos cuatro movimientos cortos, es de una duración extremadamente breve: menos de una décima de segundo.
Gracias a este dato, los investigadores pueden decir que GW190521 fue generado por una fuente que se encuentra aproximadamente a 5 gigaparsecs de distancia, cuando el universo tenía aproximadamente la mitad de su edad, lo que lo convierte en una de las fuentes de ondas gravitacionales más distantes detectadas hasta ahora.
Cabe recordar que las ondas gravitacionales son vibraciones o perturbaciones en el tejido espaciotemporal del universo ocasionadas por grandes cataclismos cósmicos.
Estos eventos pueden suceder muy lejos en el espacio, pero sus vibraciones viajan hasta que su señal es captada por los detectores en la Tierra.
En cuanto a lo que produjo esta señal, basada en un poderoso conjunto de herramientas computacionales y de modelado de última generación, los científicos creen que GW190521 probablemente fue generado por una fusión de agujeros negros binarios con propiedades inusuales.
Casi todas las señales de ondas gravitacionales confirmadas hasta la fecha provienen de una fusión binaria, ya sea entre dos agujeros negros o dos estrellas de neutrones.
Esta fusión más reciente parece ser la más masiva hasta el momento, involucrando dos agujeros negros con masas entre 85 y 66 veces la masa del sol.
El equipo de LIGO-Virgo también midió el giro de cada agujero negro y descubrió que a medida que los agujeros negros giraban cada vez más cerca, podrían haber estado girando sobre sus propios ejes, en ángulos que no estaban alineados con el eje de su órbita.
Los giros desalineados de los agujeros negros probablemente causaron que sus órbitas se tambalearan o “precesasen” mientras giraban en espiral uno hacia el otro.
La nueva señal probablemente representa el instante en que los dos agujeros negros se fusionaron.
Dicha fusión creó un agujero negro aún más masivo, de aproximadamente 142 masas solares, y liberó una enorme cantidad de energía, equivalente a alrededor de 8 masas solares, esparcida por todo el universo en forma de ondas gravitacionales.
“Esto no se parece mucho a un chirrido, que es lo que normalmente detectamos”, dice el miembro de Virgo Nelson Christensen, investigador del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), comparando la señal con la primera detección de ondas gravitacionales de LIGO en 2015.
“Esto es más como algo que hace ‘bang’, y es la señal más masiva que LIGO y Virgo han visto”.
El equipo internacional de científicos, que conforman la Colaboración Científica LIGO (LSC) y la Colaboración Virgo, ha informado de sus hallazgos en dos artículos publicados este 2 de septiembre.
Uno, que aparece en Physical Review Letters, detalla el descubrimiento, y el otro, en The Astrophysical Journal Letters, analiza las propiedades físicas de la señal y las implicaciones astrofísicas”.
EUROPA PRESS
Tomado de: www.eltiempo.com